SOBRE LOS PAISAJES
En este apartado presentamos una serie de paisajes de Luis Carrera, elaborados entre los años 1.960 y 2.000, y que también hemos ordenado cronológicamente para mejor entender la evolución de su pintura.
Poco podemos añadir a lo ya expresado en el apartado referido a la “Biografía “ de este artista. Sus paisajes reflejan -mejor que sus retratos y bodegones- el camino que fue recorriendo, en el que la forma fue dejando de estar delimitada por la línea, acercándose progresivamente a composiciones casi abstractas y, por otro lado, en un recorrido casi paralelo, en el que su característica paleta de grises inicial se fue transformando en otra de colores cada vez más vivos.
Por otra parte, también conviene señalar que algunas de las obras aquí expuestas pertenecen a la llamada “Escuela de Zaratán”, que Carrera formó con un numeroso grupo de artistas-pintores que, en la década de 1960, se congregaron alrededor suyo para salir al campo y tratar de plasmar al natural toda la fuerza de los paisajes de Castilla.
Tal Escuela influyó vivamente en varios artistas de Valladolid pero, sobre todo, en el propio Luis Carrera que lo expresó en diversas ocasiones como, por ejemplo, en el catálogo de su citada Exposición de 1990, donde escribió: “ … Tras de esto fundé la Escuela de Zaratán, seguido de mis discípulos, buscando la belleza marmórea de estas soledades, los fríos estallidos de su luz, el encanto alucinante de sus áridas llanuras. Tengo que decir que Castilla ha ofrecido siempre a mis ojos la manera de hacer más simple que cabe imaginar, aunque no la más fácil. De esta manera conocí todo aquello que se ve y que obliga a soñar despierto. Tal en el paisaje y en la figura. Y en el taller, ese interés de gran cuadro que representa el bodegón -el camino del retrato- para alcanzar en él la imagen humana del equilibrio perfecto entre la vida y la muerte. Quisiera que estas pinturas mías fueran como manos abiertas, testimonio de una actividad que ha sido y es el eje de mi vida. Con ellas pretendo devolver a Castilla una parte, al menos, de lo mucho que ella me dio”.




































